"Sólo era un chico más,
uno de tantos que vi.
Caminaba taciturno por la vida,
con una mirada gacha y, siempre,
ocultando el brillo de sus ojos.
Pensé que no sería más
que un caminante perdido que,
entre andar y andar,
se cruzó errante frente a mí.
Mas tan hermoso era,
cual hecho de marfil
y representación del sueño de un artista,
sin resistencia alguna, me rendí.
Bastó un saludo y comprendí
que sin importar la vía
en la que anduviere,
por los pasajes que me llevase
aquel misterioso personaje,
le seguiría...
Juntos pasamos largos días,
varios meses,
disfrutando nuestra mutua compañía,
descubriendo la alegría.
Infito viaje, formaba mi cabeza,
vida eterna juntos, cantaba mi corazón,
y sin darme cuenta,
el camino se iba angostando
y los dos juntos
no podíamos seguir andando.
Ingrata desición y
tormentosa despedida,
mas yo, irracional,
me uní a un camino que no fuera el mío.
Adiós, desconocido...
ten buen viaje, amado mío.
Conserva estas caricias y canciones
de una primavera que cantó
al apogeo de esta breve historia y,
cuando estés lejos
por quién sabe qué andares,
piensa en mí...
y recuerda aquella noche
donde la Luna y la Lluvia
nos convidaron a pasear".
uno de tantos que vi.
Caminaba taciturno por la vida,
con una mirada gacha y, siempre,
ocultando el brillo de sus ojos.
Pensé que no sería más
que un caminante perdido que,
entre andar y andar,
se cruzó errante frente a mí.
Mas tan hermoso era,
cual hecho de marfil
y representación del sueño de un artista,
sin resistencia alguna, me rendí.
Bastó un saludo y comprendí
que sin importar la vía
en la que anduviere,
por los pasajes que me llevase
aquel misterioso personaje,
le seguiría...
Juntos pasamos largos días,
varios meses,
disfrutando nuestra mutua compañía,
descubriendo la alegría.
Infito viaje, formaba mi cabeza,
vida eterna juntos, cantaba mi corazón,
y sin darme cuenta,
el camino se iba angostando
y los dos juntos
no podíamos seguir andando.
Ingrata desición y
tormentosa despedida,
mas yo, irracional,
me uní a un camino que no fuera el mío.
Adiós, desconocido...
ten buen viaje, amado mío.
Conserva estas caricias y canciones
de una primavera que cantó
al apogeo de esta breve historia y,
cuando estés lejos
por quién sabe qué andares,
piensa en mí...
y recuerda aquella noche
donde la Luna y la Lluvia
nos convidaron a pasear".
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